
En 1970 la Compañía constituyó su planta para envasar, con fórmula propia, sus lubricantes especializados y grasas de la marca Eduardoño, elaborados con aditivos Oronite de última tecnología, para motores de 4 y 2 tiempos refrigerados por agua y aire, cumpliendo todos con especificaciones internacionales de entidades como la JASO, API, NMMA y NLGI.